Pero, ¿por donde empezar a buscar?
IGLESIA RIOLA EN PARIS_ALVAR AALTO
En esta iglesia, Aalto se vale de una serie de costillas de hormigón armado con forma curva que le permiten salvar la luz de toda la nave. Superpuesta a ellas nos encontramos con lo que podrían ser "láminas" de nuevo de hormigón armado que se apoyan sobre las anteriores costillas a modo de cubierta. Este segundo nivel funciona como cubierta, al tiempo que permite el paso de la luz a través de unos vacíos que deja en la continuidad de la "lámiana".
Lo que mas interesante me parece en este caso es el espacio interior generado, que se beneficia de la repetición de elementos en el eje transversal, mientras que el cerramiento, que es continuo en cubierta y fachada, consigue combinando dos materiales, hormigón y vidrio, diferentes sensaciones y permeabilidades.
Por el contrario, el resultado exterior no parece traslucir nada de lo que ocurre en el interior. El cerramiento mediante una era fachada ciega choca con la cubierta tan plástica que se percibe en el interior.
MENIL COLLECTION_RENZO PIANO
En este caso, el arquitecto se vale de una serie de costillas de mucho menos tamaño para lograr la entrada de luz sin que esta sea demasiado directa, de acuerdo con el uso que va a tener el edificio, apoyadas sobre vigas perimentrales.
Aún así, lo que más me interesa de este ejemplo es la superposición de una segunda capa para formar la cubierta final. Esta sería de paneles de ferrocemento muy delgados, permitiendo el paso de la luz pero a una intensidad controlada y logrando una iluminación homogénea.
Este sistema de costillas muy juntas tiene la ventaja de que la iluminación artificial puede ser introducida de tal forma que provenga del mismo sitio que la iluminación natural, y con las mismas características, lo que es muy útil en museos, como es el caso.
Otro de los grandes aciertos en este edificio es la posibilidad de "cortar" las costillas en cualquier punto para introducir volúmenes cerrados que sobresalgan hacia arriba.